Ultimas Horas

Por Catalina Tonacca

“Llevo 12 días encerrada… 12 días… No es demasiado tiempo para una vieja que se ha acostumbrado a la soledad. Pero todo es tan extraño, tan lúgubre e incierto, aún más desde que se agotó la batería de mi radio, uno de los últimos nexos que tuve con el exterior. No sé con exactitud qué es lo que está pasando fuera de la casona elegante en la que vivo – ¿o vivía?- y fuera de este antiguo sótano, mi triste refugio, donde estoy rodeada de trastos olvidados, igual que yo. Y no sé por qué sigo viva, tal vez hubiera sido más fácil morir junto con la explosión. Si verdaderamente existe un Dios, debería llevarme suavemente hasta a su lado, pero no, Dios no existe, porque he visto el horror en las calles, a través de esta pequeña ventana, por la que se cuela un haz de luz que me ayuda a contar las horas, los días, las semanas… Si, mis ojos han visto el horror: extraños seres se maltratan y golpean entre si hasta desmembrarse. No pueden ser humanos. Me niego a aceptar que alguna vez lo hayan sido, pero a pesar de la descomposición de esos cuerpos, he reconocido rostros, actitudes, viejas costumbres. ¿Y si se acuerdan de mí? ¿Y si vienen por mí? No, no puedo convertirme en esa clase de abominación… ¡Muerte! Camina conmigo, sé mi aliada en estas tierras en las que ya no brota vida y ayúdame… ¡Pero no. No puedo ser tan cobarde, tan débil! No tuve hijos, mis gentes ya no están, mi generación ha perecido…No puedo irme sin dejar un legado, que construiré con las pocas fuerzas que me quedan. ¡Lucharé! ¡Si, lucharé por limpiar las calles de tanta putrefacción, a como dé lugar! Hasta donde recuerdo, mi difunto esposo dejó en este sótano sus armas…No tengo nada que perder, es sólo una cuestión de tiempo. Tal vez estoy enloqueciendo, pero eso haré. Ya no esperaré más, mi tiempo, mi escaso tiempo, es lo único que me queda ¡Vida! ¡Me siento llena de vida! Acabaré con ustedes, con toda esta repugnancia y sinsentido.

Zombis, desde mi ventana, vigilaré cada paso, cada torpe movimiento y pronto verán que sabe más el diablo por viejo, que por diablo”.