Indefenso Protector

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Cuento : Alan Danilo Runin Vásquez

En el país ya se había declarado el apocalipsis zombi y Juan estaba en su liceo cuando se percató de aquello, aunque en realidad todos los de su escuela se percataron y se desató el caos…pero Juan se mantenía quieto en un rincón de la ventana que daba a la calle….la mayoría corría desesperado a buscar una salida… pero en ese instante, el director anunciaba por los parlantes:

-¡Alumnos, les pido por favor que mantengan la calma! Mientras permanezcan en el liceo, y en sus salas, no les pasará nada.

Pero las palabras del director no servían de nada…el hecho de que los muchachos vieran a través de la ventana tanta fatalidad, los hacía entrar en pánico…pero Juan aun permanecía ahí, pensativo, en la esquina de la ventana. Estando en esto, se le acerca un compañero de curso:

-Ya po’ Juan ¿¿qué onda?? ¿¿No tay asustao o algo así wn??? ¿¿¿No veis lo que está pasando???

Y Juan no contestaba, por lo que se le acerca uno de los chicos que le hacia bullying y le dice:

-¿¿¿Oie wn, no veis que te están preguntando??? ¿¿¿O querís que te ofrezca de carnada pa los bichos esos???

En eso, Juan sale de su meditación y le dice:

-¿¿¿Y porque no te ofreces tú, no eres tan chorito???

En ese instante recibe un golpe, reventando su nariz, en esto le iban a propinar otro golpe a Juan cuando Mariana dice:

-¡¡¡ Oye déjalo tranquilo, aunque sea por esta vez!!!! Ya estamos en bastantes problemas como para ponerse a pelear….

Juan dentro del dolor y la sangre le dice a Mariana, la chica que le gusta:

– ¡¡¡Gracias!!!!

Ella sonríe y se retira donde los demás compañeros… Después de este altercado, Juan se va al baño del liceo a lavarse la cara y limpiarse la sangre. Para su «suerte», el baño queda a dos puertas al lado de su sala.

Mientras esto ocurría, se escuchó un sonido a través de los altavoces, pero no era una voz…esta vez era un grito…un grito profundo y desgarrador…lo único que se logró distinguir fue:

-¡¡¡Esc…ónd…an…se……en don…de…pue….daaaaaannnn!!!

En ese momento, el profesor a cargo llama a los muchachos que estaban en el pasillo y los hace entrar en la sala, mientras cierra la puerta… Más bien, la tranca….En tanto, Juan continuaba en el baño….y los zombis ya venían por las escaleras…

Desde el baño, Juan comenzó a escuchar sonidos infernales, sonidos que por alguna razón conocía….esos sonidos únicos que caracterizan a los zombis… En ese momento, Juan corre desesperadamente hacia su sala, pero se encuentra con que está cerrada… No insistió para que le abrieran, ya que los zombis se acercaban, así que prefirió volver al baño y encerrarse ahí…Trancó la puerta con unas herramientas que estaban al fondo, y se quedó esperando. En eso, escucha una horda de zombis golpeando algo…. podría ser una puerta, pero no era la del baño….¡¡¡Era la de su sala!!!! En su mente la única imagen que vino fue la de Mariana….y con impotencia, escuchaba los golpes de la horda….hasta que de repente, se escucharon gritos, el caos era total….los zombis habían entrado a la sala…

Juan, lleno de miedo, empezó a pensar lo siguiente:

«Si sigo aquí, dentro de un rato más estaré muerto y más aún, mi muerte será en vano…pero si logro salir, enfrentar a los zombis y morir en el intento, por lo menos habré muerto con honor, pero ¿cómo lo hago?»

Juan respiró profundo y empezó a buscar algún material que le sirviera de arma, pero el tiempo se acababa y necesitaba pensar rápido. De tanto buscar, encontró detrás de un lavamanos un fierro puntiagudo….era bastante grueso y un poco pesado, pero de seguro serviría para dar grandes palizas…

Mientras aún se escuchaba el caos en su sala, no lo pensó dos veces…. destrancó la puerta…y lo primero que vio fue a un zombi… Entonces, recordó los momentos en los que era golpeado por sus compañeros, mientras él estaba indefenso, y las burlas…y todo esto hizo que entrara una furia en su cuerpo y en su mente. Apretó con fuerza el arma y le propinó un certero golpe al zombi en la cabeza, eliminándolo al instante y así, empezó a abrirse paso entre la horda para rescatar a Mariana…De tanto golpear y golpear logró llegar hasta ella, justo cuando mariana estaba siendo acorralada por aquellas bestias…. Juan se abalanza con toda su rabia en contra de la masa zombi, acabando con ellos de manera profesional, como si esto lo hubiera hecho antes (posiblemente por su afición a los juegos). Mariana, empapada en sangre zombi, llorando, corre hasta los brazos de Juan, a lo que él dice:

-Mariana….a partir de este momento dejo de ser un indefenso muchacho…a partir de ahora, seré tu protector…¡¡¡¡vámonos a buscar más sobrevivientes!!! Y le extiende una sonrisa.

Ella lo mira impresionada y se van de la sala, totalmente devastada, a tratar de sobrevivir.

 

Indefenso Protector

Ilustración : Catalina Tonacca
 

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